Después de una exitosa primera versión durante 2023, este año Fundación Capital Azul y The Nature Conservancy (TNC) Chile vuelven a unir fuerzas para organizar el 2do Encuentro Internacional de Refugios Marinos, un evento que cuenta con el apoyo de BHP Foundation y el Instituto Milenio SECOS, y la colaboración de los sindicatos de pescadores artesanales asociados al programa de Refugios Marinos.
Al tratarse los Refugios Marinos de una figura de conservación ubicada al interior de las Áreas de Manejo y Explotación de Recursos Bentónicos (AMERB), un régimen de acceso que otorga derechos exclusivos de explotación a agrupaciones de la pesca artesanal, serán los propios pescadores y pescadoras artesanales quienes tendrán un rol protagónico en el encuentro.
Se sumarán también autoridades, instituciones públicas, organizaciones de la sociedad civil, consultoras, científicos y científicas para trabajar, de manera conjunta, en esta instancia que busca promover el intercambio de experiencias y la colaboración en torno a los Refugios Marinos.
Junto con la participación de agrupaciones de la pesca artesanal de Chile, esta segunda edición contará con la presencia de pescadores y pescadoras artesanales provenientes de distintas localidades de México y parte del equipo técnico de la organización Comunidades y Biodiversidad (COBI), que lleva más de dos décadas trabajando para incentivar el establecimiento de Refugios Pesqueros, una figura que tiene ciertas similitudes con los Refugios Marinos que trabaja Fundación Capital Azul, lo que propicia una gran instancia para intercambiar aprendizajes.
El evento se desarrollará entre el martes 5 y el jueves 7 de noviembre en Ventanas y Maitencillo, comuna de Puchuncaví, abarcando a dos de las cinco localidades donde Capital Azul trabaja de la mano con sindicatos de pescadores artesanales en la región de Valparaíso. El foco estará puesto en tres áreas temáticas: normativa legal, vigilancia costera y monitoreos de biodiversidad. Estos ejes principales brindarán el marco para discutir y explorar alternativas aplicables a nivel local e internacional.
“Estamos muy ilusionados con lo que podamos aprender en esta oportunidad. Se pueden propiciar conversaciones con las que podemos mirar hacia el futuro tomando como base lo que ya ha pasado este año, como el hecho de que los Refugios Marinos fueran reconocidos en la Ley Bentónica, lo que abre una nueva etapa para los Refugios Marinos y también para su implementación formal dentro de los planes de seguimiento de las Áreas de Manejo y Explotación de Recursos Bentónicos”, comentó Rodrigo Sánchez Grez, director ejecutivo de Fundación Capital Azul.
La Polcura, Zapallar, Cachagua, Maitencillo y Ventanas se encuentran a la vanguardia en esta nueva forma de hacer conservación marina, que poco a poco comienza a integrar a diversas actorías para fortalecer, de manera conjunta, esta red de Refugios Marinos.
“Las comunidades pesqueras locales son quienes mejor conocen el impacto de sus acciones sobre los recursos naturales de los que dependen. Así, han visto mermar las especies que sustentan su fuente de vida y también se han organizado para protegerlas, estableciendo Refugios Marinos dentro de Áreas de Manejo y Explotación de Recursos Bentónicos. Hoy podemos decir que los Refugios Marinos ayudan a mantener la biodiversidad y, por consecuencia, mejoran la calidad de la pesca. Este enfoque con base científica es avalado y promovido por el Estado, por organizaciones de la sociedad civil y las propias agrupaciones de pescadores y comunidades locales, sucede en los territorios y eso lo hace efectivo”, sostiene Natalio Godoy Salinas, científico líder del programa de Océanos de TNC Chile.
Otro de los puntos que podría comenzar a abordarse en el evento se relaciona con la posibilidad de buscar mecanismos de financiamiento para beneficiar a aquellas comunidades que implementan Refugios Marinos, en línea con las Otras Medidas Efectivas de Conservación Basadas en Áreas (u OMEC), que benefician la restauración de ecosistemas y también entregan servicios ecosistémicos a las comunidades aledañas a estos lugares.
“Será una gran oportunidad para aprender entre todos quienes estamos trabajando en torno a las Áreas de Manejo”, destaca Sánchez, poniendo en valor la alta participación de representantes de comunidades pesqueras. “Eso hace que la actividad tenga una connotación diferente porque al hablar entre pares es posible visualizar que hay desafíos comunes en la tarea de conservar una zona dentro de un área que está pensada para actividades productivas, como son las AMERB”.